Cómo poner precio a tu empresa es una tarea delicada y a la vez crucial en el mundo de la inversión. Existe un gran abanico de situaciones donde la valoración de una empresa es necesaria, siendo la principal razón si has recibido una oferta para venderla, aunque también se suelen dar otras como fusiones, liquidaciones de empresa, herencias y transmisiones patrimoniales, planificación estratégica, evaluación de la rentabilidad de la empresa, etc.
En el proceso de valoración, debemos tener siempre en cuenta que en toda operación corporativa existen dos partes: el empresario o vendedor, y el comprador o inversor. Por ello, el método utilizado es fundamental para poder plasmar la imagen más realista del proyecto.
El concepto de valor de algo no siempre coincide con su precio. La estimación del valor de una empresa o negocio, en general, se determina bajo la premisa principal de que una empresa vale lo que es capaz de generar.
Los principales métodos de valoración de una empresa son los siguientes:
Valor contable de la empresa.
Es el método basado en la estimación del valor del patrimonio a través del balance de la empresa. También conocido como valor de balance, es el valor que viene dado por la diferencia entre el activo real y el pasivo exigible.
El problema de esta valoración, es que en la gran mayoría de los casos este valor no refleja el valor de mercado. Se trata de un método de valoración estático y puede ser utilizado en empresas con poca complejidad y con poca capacidad de crecimiento, siendo apropiado por ello para pymes.
Valor por descuento de flujos de caja de la empresa.
Éste método de valoración, es uno de los más estandarizados, y que en los últimos años, está tomando fuerza debido a su aceptación, por entenderse uno de los más científicos y objetivos.
Este método intenta determinar todos los movimientos de tesorería que tendrá la empresa en el futuro (se determina un umbral de tiempo, no superior a 20 años) para luego descontar su valor a precios actuales. Consiste, por tanto, en proyectar los resultados de los próximos años, dándoles un valor presente.
Se tiene en cuenta el factor riesgo, determinado por 3 variables principalmente: riesgo de la empresa, riesgo del mercado, riesgos específicos del sector.
Múltiplos comparables:
Esta técnica es utilizada para valorar a una empresa al comparar los múltiplos de valoración de esa empresa con la competencia. La idea básica es que las empresas con características similares deberían comerciar en múltiplos similares, en igualdad de condiciones.
Para ello, se identifican una serie de parámetros, como por ejemplo EBITDA o PER, que se aplican a la empresa a valorar.
Esta técnica es apropiada para compañías que tienen una vida de al menos 10 años y con un histórico de sus resultados. No es apto para las pymes, que varían muchísimo en tamaño y dimensión. Además muchas de las cuentas no están auditadas y no son comparables.
La elaboración de un informe de valoración es un trabajo fundamental para preparar una buena negociación y para poder maximizar el precio al disponer de argumentos numéricos lógicos y trabajados. Desde TRE Asesores podemos ayudarte en esta tarea para conseguir el mejor resultado a tu operación.






